Continuando el ciclo de catequesis sobre la familia, tras haber hablado del papel de la madre, del padre y de los hijos, el Papa Francisco, en la audiencia de hoy se refirió al papel de los hermanos. "Hermano" y "hermana", dijo, "son palabras muy amadas por el cristianismo. Y, gracias a la experiencia familiar, son palabras que todas las culturas y todas las épocas comprenden."
No sólo "el vínculo fraterno tiene un lugar especial en la historia del pueblo de Dios, recibiendo su revelación en la experiencia humana", sino que además Jesús "llevó a su plenitud esta experiencia humana de ser hermanos y hermanas, asumiéndola en el amor trinitario y dilatándola de tal manera que llegase mucho más allá de los lazos de parentesco pudiendo así superar todos los muros de la alienación."
Cuando se daña la relación fraterna, "se abre el camino a experiencias dolorosas de conflicto, traición, odio", dijo el Papa, en referencia a la historia bíblica de Caín y Abel", y también en las familias - añadió - cuántos hermanos se han peleado por cosas pequeñas, o por herencias, y luego ya no se hablan, no se saludan más ... Qué feo es esto. La hermandad es algo muy grande, pensar que los mismos hermanos han habitado el seno de la misma madre durante nueve meses, son carne de la madre".
Por este motivo "no se puede romper la hermandad", y el vínculo de fraternidad que se construye en la familia entre los hijos, "si se produce en un clima de educación abierta a los demás, es la gran escuela de la libertad y de la paz ". Tal vez no siempre seamos conscientes, "pero es justamente la familia - dijo el Papa Francisco - ¡la que introduce la fraternidad en el mundo! A partir de esta primera experiencia de fraternidad, alimentada por el afecto y por la educación familiar, la fraternidad resplandece como una promesa en la sociedad y en las relaciones entre los pueblos. La fraternidad en la familia - observó - brilla de una manera especial cuando vemos la bondad, la paciencia, el cariño de los que están rodeados los hermanos o hermanas más débiles, enfermos o discapacitados. Los hermanos y hermanas que hacen esto, en todo el mundo, son muchos y quizás no apreciemos suficientemente su generosidad. Y cuando hay muchos hermanos en una familia el mayor o la mayor, ayuda al papá ,a la mamá, a cuidar a los más pequeños. Y esto es muy hermoso, la ayuda que se da entre hermanos."
Hoy más que nunca, según el Papa Francisco "es necesario poner la fraternidad en el corazón de nuestra sociedad tecnocrática y burocrática: entonces, también la libertad y la igualdad tomarán su entonación correcta. Por lo tanto - pidió - no privemos con ligereza a nuestras familias, por temor o miedo, de la belleza de una amplia experiencia fraterna entre los hijos e hijas. Y no perdamos nuestra confianza en la amplitud de horizonte que la fe es capaz de obtener de esta experiencia, iluminada por la bendición de Dios ".