El aborto, la homosexualidad y el divorcio son igualmente "temas candentes" en el mundo árabe. Hace unos días se hizo pública la noticia de que Arabia Saudita no reconocerá ningún derecho a los gays. En un tweet el ministro del Interior declaró que se apoyarían los principios de los derechos humanos propuestos por los organismos internacionales, siempre que estén en consonancia con la ley islámica. En Nigeria, las Naciones Unidas han propuesto que el aborto sea más accesible para las niñas secuestradas por Boko Haram y que han quedado embarazadas. Desde 2014, las mujeres secuestradas en el noreste de Nigeria son más de 2000: en este lugar el aborto es legal sólo si la vida de la mujer está en riesgo, pero - declaró el comisario de las Naciones Unidas Zeid Ra'ad Al Hussein -"los impedimentos a su acceso sólo servirían a sumarse al sufrimiento horrendo al que las ex prisioneras han sido sometidas, exponiéndolas al riesgo del suicidio". El comisario también ha instado a las autoridades para que se ayude a las mujeres y niñas liberadas de la esclavitud de Boko Haram: a menudo éstas quedan estigmatizadas y la reintegración en sus comunidades resulta difícil. Por último, en Arabia Saudita disminuye de un 84% el número de matrimonios entre saudíes y extranjeros: según los datos publicados por el Ministerio de Justicia, hay 700.000 mujeres sauditas casadas con ciudadanos extranjeros (de otros países del Consejo de Cooperación del Golfo en su gran mayoría). Sólo ha habido 1.928 matrimonios desde el mes de octubre, muchos menos que el año pasado en el mismo período, en el que los matrimonios entre saudíes y extranjeros alcanzaron casi la cifra de 12 mil.