Especialmente en las familias con bajos ingresos, los abuelos, además de transmitir los valores, costumbres y tradiciones a sus nietos, "en muchos casos actúan como padres sustitutos encargándose de su cuidado diario porque el padre y la madre trabajan todo el día, a menudo muy lejos de su lugar de residencia o como migrantes".

Es por este motivo que la tercera edad, a pesar de las dificultades y penurias de las inevitables limitaciones físicas que la caracterizan, se puede convertir en un tiempo irrepetible para amar y sentirse amado, en una oportunidad única para cuidar de alguien. Los abuelos asumen un papel que de otro modo permanecería vacante: desempeñan un papel central en el crecimiento y en la educación de sus nietos y apoyan a los padres, sobre todo en los sectores menos favorecidos de la población, y dan consejos que tienen la capacidad de transmitir el amor y la unidad a toda la familia.