Toda la enseñanza de Juan Pablo II en el ámbito del matrimonio y de la familia "no ha estado lo suficientemente presente en las discusiones del Sínodo". Así lo afirmó en una entrevista en el canal Gloria.tv, monseñor Stanisław Gądecki, obispo de Poznán y presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia, que espera "que pase la pequeña ola de la primera parte del Sínodo y la segunda parte se apoye más en su enseñanza".
El obispo cree que las concesiones hechas a los divorciados no sean "el principal problema en la situación actual del matrimonio y de la familia. Más del 90% de los casos tiene que ver con otros problemas y dificultades. Así que la mayoría de las cuestiones destacadas por los periodistas después de la primera parte del Sínodo son importantes, pero no son las más importante en la situación global de la enseñanza [de la Iglesia] sobre el matrimonio y la familia".
En cuanto a las resistencias, especialmente de los más jóvenes a casarse, según Mons. Gądecki "hoy en día la presión ejercida desde el exterior sobre el matrimonio para cambiar su naturaleza o incluso destruirlo es tan fuerte que la gente no logra protegerse fácilmente de esta presión. Algunas parejas pueden ser fuertes y no necesitar ayuda, pero la mayoría de las familias jóvenes necesitan el apoyo de otras personas que compartan las mismas motivaciones y la misma fe. Es por esto que los movimientos de las familias como Domestic Church o Notre Dame son muy útiles. La experiencia de Europa Occidental nos muestra que las personas que permanecen en la Iglesia son las que se ayudan mutuamente y pertenecen a estos movimientos".
En referencia a lo que se dijo en el Sínodo anterior sobre el acompañamiento pastoral de las parejas casadas no sólo antes, sino también en los años siguientes a la boda, el obispo dijo que "habría que tomar como punto de referencia a las familias maduras, que han acumulado años de experiencia y que a veces puede ayudar a las familias jóvenes con sus problemas mejor que los pastores".