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Polonia: hay que dar gracias por la familia   versione testuale
Ha sido publicado recientemente un comunicado oficial en el que los obispos polacos expresan el punto de vista unánime que mantendrán durante el Sínodo de octubre


Los obispos de Polonia han decidido expresar a través de un comunicado oficial, compuesto de nueve puntos, su posición para el cada vez más inminente Sínodo Ordinario sobre la familia. Fidelidad al matrimonio indisoluble, divorciados vueltos a casar, cohabitación, inseminación artificial: son algunos de los temas más importantes que han sido considerados.
 
De hecho, para los pastores polacos, "el matrimonio y la familia son valores esenciales para la humanidad", y hay que dar "gracias a Dios si en el país hay tantas familias saludables que "en las buenas y en las malas", cada día tratan de permanecer fieles a su vocación". Por otra parte, "el matrimonio sacramental es indisoluble, y en la Iglesia Católica no existe el divorcio o procesos que conducen al divorcio. Solamente existen procesos en los que se decide individualmente si el matrimonio era válido o no". Seguidamente, en el texto se lee que "la inseminación artificial no está permitida a un católico", y que siempre se recomienda "el entierro católico" tanto en el caso de aborto natural como en el de los niños que nacen muertos. Por lo tanto, la Conferencia Episcopal de Polonia invita al Sínodo a que exprese su "gratitud a los cónyuges que han optado por tener muchos hijos", incluyendo las parejas "que han optado por la adopción". La pastoral familiar tendría que enriquecerse, dándole mayor protagonismo, a la "atención a las familias más pobres, con enfermos discapacitados y ancianos". Pero es igualmente importante, subrayan los obispos, prestar una mayor atención a "las familias que han sufrido la separación a causa del fenómeno migratorio" y al cómputo social de “una justa compensación por el trabajo". También se solicita a la Iglesia que en su vida se incluyan, con renovado esfuerzo, a "las personas que viven solas" y que se aborden las convivencias dando más valor al matrimonio, sobre todo "a través de una mejor preparación de los jóvenes al sacramento". Para acabar, la conclusión del comunicado, aborda el debate sobre el acceso a la Eucaristía de los divorciados vueltos a casar, haciendo hincapié en la imposibilidad de modificar la doctrina, doctrina que indica la necesidad del estado de gracia para poder comulgar. A continuación los obispos citan explícitamente al Papa Francisco, según el cual "la santa comunión no es una oración privada o una buena experiencia espiritual", sino un entrar en "sintonía con el Corazón de Cristo, para asumir sus elecciones, sus pensamientos, su comportamiento".
 
 

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