«Una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida, fue cuando hace aproximadamente un mes, viajé a Philadelphia, Estados Unidos a 3595 MI de Lima, Perú, para participar en el ‘Encuentro Mundial de Familias’. Aunque, salí con entusiasmo de mi lugar de origen, el miedo estaba presente en todo momento. Sin embargo, al llegar al hogar de la familia que me acogió, logré sentirme segura e integrada con ellos a pesar de las diferencias sociales y culturales, lo cual permitió una cercanía personal que ha establecido una muy buena amistad».
De esta manera comienza a contarnos su aventura, vivida hace poco más de un mes en Filadelfia, Celia Ysabel Palacios, miembro peruano del consejo de la Red Universitaria Latinoamericana de las Familias (REDIFAM), en un artículo en el que sobretodo da testimonio de la belleza de una familia americana (los Dougherty Wiliams: él católico y ella anglicana, con cinco hijos) abierta a la acogida de los peregrinos y de los hermanos en Cristo, incluso de los más lejanos.