Oh Jesús, mi amado y misericordioso Salvador.

Te ofrezco esta oración que brota de mi débil corazón y de mis labios impuros. Te ruego por "Mi Siria herida".

Que la gracia de tu resurrección alcance a todos los heridos, los presos, los supervivientes, los desplazados, los fugitivos, los enfermos, los pobres, los afligidos y los difuntos.

Envía tu Espíritu Santo para que ilumine a los líderes, presidentes, políticos y a todos aquellos que trabajan para que haya paz y amor en todo el mundo; que ayuden lo más pronto posible a Siria y así alivien el sufrimiento de este pueblo.

Te suplico, Oh mi Salvador: haz que cesen todas las agonías, que no haya más misiles y proyectiles, que desaparezcan el terror y los homicidios, la destrucción, las explosiones y las masacres. Y que se haga tu voluntad.

Oh mi Señor, hazme fuerte. Concédeme la gracia de no tener miedo como los discípulos cuando te vieron caminar sobre las aguas. Ayúdame a no dudar de ti, como cuando le pediste a Pedro que caminara sobre las aguas. Oh Dios mío, ayúdame a permanecer en vela en este tiempo de oración para que no caiga en el abismo del pecado.

Tú nos has mostrado los signos de tu vivificante resurrección y has realizado milagros y prodigios en el último sacrificio de ti mismo en la cruz, fruto de tu santa pasión.

Haz que el amor sea más fuerte, especialmente en aquellos que tienen tinieblas en su corazón y su mente, para que cesen de cometer actos malvados y mi nación y todo el mundo puedan vivir en paz, amor y gocen de estabilidad.

Amén