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"Mi familia, una escuela de Misericordia"   versione testuale
Los católicos de Canadá se preparan a celebrar la Semana Nacional para la Vida y la Familia. Recordamos algunos aspectos de esta iniciativa celebrada por primera vez en 2013.


"Mi familia, una escuela de Misericordia": este es el tema de la tradicional Semana nacional para la vida y la familia que se llevará a cabo en Canadá del 8 al 15 de mayo de 2016, promovida por la Conferencia de Obispos católicos de Canadá. Obviamente, la elección del tema está vinculada al actual Año Jubilar proclamado por el Papa Francisco. La información más importante está disponible en la página web de la CVCC. Sin embargo, para conocer mejor la Semana nacional de la vida y de la familia, damos la palabra a S. E. Mons. Paul-André Durocher, obispo de Gatineau, Quebec. Como presidente emérito de la CVCC, el Papa Francisco lo invitó a participar en la III Asamblea General extraordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema "Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización", en octubre de 2014.
 
- ”Cómo surgió la Semana nacional para la vida y la familia? ”Quién fue el promotor? ”Fue creada para responder a una situación concreta?
Mons. Durocher: La Conferencia Episcopal de Canadá propuso la Semana Nacional para la Vida y la Familia a las diócesis de Canadá. La Asamblea Plenaria de la CVCC, para responder a una petición de sus miembros, había creado un comité especializado en la pastoral de la vida y de la familia en 2009. El siguiente año, el comité propuso un plan global a nivel nacional para esta pastoral . Entre las diversas propuestas se presentó la de llevar a cabo una semana nacional de la vida y de la familia. En aquel momento, las diócesis de Quebec celebraban cada año una semana de la familia que coincidía con el Día Internacional de la familia de las Naciones Unidas, el 15 de mayo. Además, se organizaron marchas pro-vida durante varios años en diferentes ciudades de Canadá a principios de mayo, la más importante era la que se realizaba en Ottawa. El Comité especializado opinó que había llegado el momento de instaurar la celebración anual de una semana dedicada a los dos temas de la vida y de la familia. Esta propuesta fue ratificada durante la sesión plenaria de la CVCC en 2011. La primera Semana Nacional se celebró en 2013.
 
- ”Qué es lo que caracteriza esta semana? ”Se celebra en todo el país?
Mons. Durocher: La CVCC propone la semana pero su aplicación depende de cada diócesis. En la provincia de Quebec, las diócesis tienen la costumbre de repartirse la tarea de preparar el material de animación. Siguiendo este ejemplo, durante las primeras tres semanas nacionales, las diócesis de habla inglesa aceptaron preparar el material en inglés para el sector lingüístico de nuestra Conferencia Episcopal. Este año, la Organización canadiense para la vida y la familia preparará el material de animación en ambos idiomas. Cada diócesis puede adaptar el material de acuerdo a sus recursos y a su realidad cultural y eclesial.
 
- La próxima semana se llevará a cabo en el contexto de la legalización de la eutanasia actualmente vigente en Canadá: ”cuál es el actual estado de ánimo de los católicos ante esta situación? ”Se mencionará concretamente este tema?
Mons. Durocher: El tema para 2016 fue elegido en relación con el Año Jubilar: la familia, escuela de misericordia. No hay duda de que también proporcionará una oportunidad para reflexionar sobre el acompañamiento de los moribundos en una perspectiva de misericordia para contrarrestar el enfoque estrictamente tecnológico adoptado por la eutanasia biomédica.
 
- ”En qué punto se encuentra hoy en día la pastoral familiar en Canadá ”Cuáles son los puntos fuertes, las posibles mejoras?
Mons. Durocher: Habría que interpelar a cada diócesis de Canadá para responder a esta pregunta. Estaría bien recordar que más de un millar de canadienses participaron en el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia, su participación en los coloquios preliminares de las asambleas sinodales sobre la familia fue notable. Además muchas diócesis han creado su propio consejo de pastoral familiar.
 
 
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