Con un decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, del primero de mayo de 2013, hecho público el miércoles 19 de junio, el nombre de San José -«
cabeza de la familia del Señor, justo, custodio, sostén del cuerpo místico de la Iglesia», «
modelo ejemplar de generosa humildad», «
testigo de las virtudes comunes, humanas, sencillas, necesarias para que los hombres sean honestos y auténticos seguidores de Cristo», «
esposo castísimo» de la Madre de Dios y Patrono celestial de toda la Iglesia- ha sido añadido tras el de la Bienaventurada Virgen María, su Esposa, en las Plegarias Eucarísticas II, III y IV del Misal Romano. La mención a San José estaba ya en la Plegaria Eucarística del Canon romano por deseo del Beato Papa Juan XXIII, que confió al patrocinio del "
Justo de Dios" el éxito del Concilio Vaticano II. El Decreto recién publicado toma algunas expresiones de la Exhortación apostólica "Redemptoris Custos", de Juan Pablo II y, en el Pontificado del Papa Francisco, lleva a cabo un deseo muy sentido también por Benedicto XVI.
“La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en virtud de las facultades concedidas por el Sumo Pontífice Francisco, gustosamente decreta que el nombre de San José, Esposo de la Bienaventurada Virgen María, se añada de ahora en adelante en las Plegarias Eucarísticas II, III y IV de la tercera edición típica del Misal Romano, colocándose después del nombre de la Bienaventurada Virgen María, como sigue: en la Plegaria eucarística II: «ut cum beáta Dei Genetríce Vírgine María, beáto Ioseph, eius Sponso, cum beátis Apóstolis»; en la Plegaria eucarística III: «cum beatíssima Vírgine, Dei Genetríce, María, cum beáto Ioseph, eius Sponso, cum beátis Apóstolis»; en la Plegaria eucarística IV: «cum beáta Vírgine, Dei Genetríce, María, cum beáto Ioseph, eius Sponso, cum Apóstolis»”.