
Las «
diversas intrepretaciones» sobre el matrimonio y la familia y sobre la complementariedad/distinción entre sexos genera "
confusión" e "
inestabilidad". Lo dicen los Obispos de Costa Rica, interviniendo sobre el proyecto de ley sobre las personas jóvenes. Ya en diciembre pasado, los prelados latinoamericanos había intervenido con un Mensaje pidiendo el "
Respeto al matrimonio y la familia". Mons. Oscar Gerardo Fernández Guillén, Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, ha enviaod una carta a la Presidenta de la Republica, Laura Chinchilla Miranda, a los diputados y a los jueces, para dejar clara la posición de la Iglesia católica, en línea con el Código de la Familia nacional: «
El matrimonio existe únicamente entre dos personas de sexo opuesto». En el art´. 14, la ley del Estado declara que «
es legalmente imposible el matrimonio entre personas del mismo sexo».
El respeto, obligatorio y sin discriminación, hacia las personas homosexuales «no puede de ningún modo llevar a la aprobación del comportamiento ni a la legalización de las uniones homosexuales», dicen los Obispos costaricenses, confirmando lo que fue dicho hace meses: «La Iglesia católica considera a la persona humana creada a imagen de Dios, digna de todo respeto, y rechaza toda discriminación contra su dignidad. Pero es necesario ante todo reflexionar sobre la diferencia entre el comportamiento homosexual como fenómeno privado y el mismo como comportamiento público, legalmente prescrito, aprobado y transformado en una institución protegida y promovida por el sistema jurídico».
Por lo tanto, como conclusión de la carta, se invita a las Autoridades del Estado a «defender los principios constitucionales, porque el matrimonio entre un hombre y una mujer es la base esencial de la familia, elemento natural y fundamental de la sociedad» y a los comunicadores sociales y de la información a «utilizar los media para promover los verdaderos valores de forma que animen a la sociedad de Costa Rica».