«La economía mundial podrá desarrollarse plenamente en la medida en que se capaz de ofrecer una vida digna a todos los seres humanos, desde los más ancianos a los niños que están aún en el seno materno, no sólo para los ciudadanos de los Países miembros del G20, sino para todos los habitantes de la Tierra, incluidos los que se encuentran en situaciones sociales más difíciles y en lugares alejados». Este es el Mensaje del Papa Francisco al Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, que preside este año el Grupo de Veinte Países que en estos días se reúnen en San Petersburgo. Un pensamiento especial del Papa ha estado dirigido a la «querida población siria». A todos los líderes del G20, el Papa les ha presentado «una sentida solicitud, para que ayuden a encontrar caminos que sirvan para superar los enfrentamientos y abandonen todo vano pretexto de una solución militar. Que se de, más bien, un nuevo esfuerzo para lograr, con coraje y determinación, una solución pacífica, a través del diálogo y la negociación entre las partes interesadas, con el apoyo concorde de la comunidad internacional».