Los días 29 a 31 de enero de 2010, nuestro presidente, el Cardenal Ennio Antonelli, viajó a la ciudad de Mérida, en el Estado Mexicano de Yucatán, para participar como invitado de honor en el Segundo Congreso de Salud, Vida y Familia, convocado por la Arquidiócesis de Yucatán, que preside S.E. Mons. Emilio Carlos Berlié Belaunzarán. El congreso tuvo el objetivo de reconocer el papel fundamental que tiene la familia en nuestra sociedad, examinando los peligros a los que se enfrenta, para fomentar una cultura favorable a la familia en cuanto ámbito natural para el desarrollo humano. Para ello se reunió un grupo interdisciplinario de expertos en las áreas médica, biológica, jurídica, psicológica, psiquiátrica, pedagógica, antropológica, y teológico pastoral, que propusieran a los más de 3000 asistentes elementos sociales, legales y culturales que ayuden a proteger la familia y a promover una cultura favorable a la vida humana.

 

 

 

 

 

 

 

El evento, pensado originalmente a nivel de la provincia eclesiástica de Yucatán que abarca cuatro circunscripciones eclesiásticas en la república mexicana, las diócesis de Yucatán, Campeche y Tabasco y la Prelatura de Cancún-Chetumal, en realidad tuvo un alcance nacional e internacional gracias a la basta cobertura de los medios de comunicación social. Fue organizado por un conjunto de asociaciones laicales, organizaciones civiles de inspiración cristiana y los departamentos de pastoral de la salud y de la familia, de la mencionada Provincia Eclesiástica; teniendo como principales actores a las Asociaciones de Médicos y Abogados Católicos, bajo la inteligente y discreta coordinación del obispo auxiliar de Yucatán, Mons. Rafael Palma Capetillo.

 

 

 

 

 

El programa se desarrolló en un amplio y moderno centro de convenciones, dotado de varias aulas que las autoridades locales pusieron a disposición de los organizadores. Abarcó muchas conferencias, momentos de fiesta, celebraciones litúrgicas, exposiciones sobre los movimientos por la vida, un encuentro de jóvenes en favor de la vida, con una multitudinaria asistencia. A lo largo de los tres días del programa fueron examinaron diversos temas: la vida, la salud, la enfermedad, el dolor, la muerte, la sexualidad humana, la educación sexual, el noviazgo, el matrimonio, la familia, el divorcio, el respeto de la vida naciente, la adopción de niños, la formación de los jóvenes, el peligro de la droga.

 

 

 

 

La participación del cardenal Antonelli invitado a presidir los trabajos y a tener varias intervenciones, fue recibida con gran entusiasmo, pues a través de su persona aquellas Iglesias particulares experimentaron la cercanía del Santo Padre y vivieron un intenso momento de comunión universal.

 

 

 

 

 

Durante el viaje de regreso a Roma, el cardenal tuvo ocasión de encontrar a un nutrido grupo de fieles de la arquidiócesis primada de México, en una celebración eucarística en la Basílica de Guadalupe, en la que se revivió la alegría del VI Encuentro Mundial de las Familias, celebrado hace un año en ese mismo sagrado recinto, que es el corazón espiritual del continente Americano.