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El bien major  La posición del Prefecto de la Congregación della Fe, mons. Gerhard Ludwig Muller
 « Un matrimonio sacramental valido es indisoluble: esta es la practica afirmada de parte de los Papas y los Consejos, siendo fieles a la Palabra de Jesús». Así responde, mons Gerhard Ludwig Muller Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sobre el debate cerca de los divorciados vueltos a casar y los sacramentos en una entrevista publicada En el “Corriere della Sera” por Gian Guido Vecchi, el pasado 18 diciembre 2013. En un largo discurso publicado en el “Osservatore Romano” el 23 de octubre 2013, Mons. Gerhard Ludwig Muller, afirmó: «Una pastoral enteramente responsable presupone una teología que se abandone a Dios que se revela “presentándole el pleno obsequio del entendimiento y de la voluntad, y asintiendo voluntariamente a la revelación hecha por El” (Constitución Apostólica “Dei Verbum”)» De hecho – continua mons. Muller − «la Iglesia Católica siempre se ha remitido en la enseñanza y en la praxis, a estas palabras del Señor sobre la indisolubilidad del matrimonio». «A partir de esta posición, la Iglesia reconoce que solo el matrimonio entre un hombre y una mujer bautizados es un sacramento en sentido real, y que solo a estos se aplica la indisolubilidad en modo incondicional. El matrimonio de no bautizados si bien está orientado a la indisolubilidad, bajo cierta circunstancias – a causa de bienes más altos_ puede ser disuelto (Privilegium Paulinum)».
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