Como cada año, con ocasión de la fiesta de la Patrona de Santo Domingo, Nuestra Señora de Altagracia, los obispos de aquel país caribeño, dirigen una carta pastoral en la que invitan a reflexionar sobre algún punto importante de nuestra fe católica. En sintonía con la Iglesia Universal, que se prepara al Sínodo Extraordinario de los Obispos y aprovechando el año internacional de la familia, de la ONU, en esta ocasión reflexionan sobre la familia cristiana, en cuanto valor insustituible para la Iglesia y para la sociedad.