“Las familias enfrente a los desafíos de la inmigración” es el tema al centro del estudio que el Centro internacional estudios familia(Cisf) realizó entrevistando 4mil familias italianas sobre la inmigración. Emerge el retrato de una familia, la italiana, que “tiene una grande responsabilidad en el generar (o tratar que sea más fácil) la cultura del bienvenido del diferente, de la solidaridad, de la capacidad de diálogo, comparación y “lucha pacífica” y de una familia, la extranjera, que arriesga de encontrarse “siempre en medio entre dos mundos”.
La escuela, en este contexto, representa una grande chance, se lee en el estudio, porqué “la presencia de niños hijos de inmigrados en el sistema escolar es una grande oportunidad de integración para los menores y para sus familias, aunque en las objetivas dificultades que la escuela experimenta”. Entre los creyentes emerge todavía fuerte el prejudicio, y las comunidades eclesiales y las comunidades inmigrantes, también católicas, aunque si viven una al lado de la otra quedan separadas y comunican todavía muy poco. La cultura del recibimiento va, como primera cosa cosechada en la famila, ”lugar de reorganización simbólica, cultural y operativa de las decisiones individuales y de las decisiones sociales”.