Se llama “El Roble Milenario” y es una asociación sin fines de lucro compuesta por numerosas familias italianas que, desde hace nueve años, desempeña una labor de apoyo integral a las parejas con fetos golpeados por graves patologías, a menudo mortales. De hecho, los dos fundadores, Carlo y Sabrina Paluzzi, están convencidos de que en ningún caso la interrupción del embarazo es la solución para este tipo de enfermedades y que cada niño tiene derecho a ser acompañado naturalmente por sus propios padres hasta el final de su existencia. Una convicción profunda la de los cónyuges Paluzzi que nace de la experiencia vivida en primera persona y que los ha obligado a enfrentarse a la grave enfermedad de su tercer y último hijo, Giona.
En efecto, durante la gestación, al pequeño le habían sido diagnosticadas algunas malformaciones en las vías urinarias que habían llevado a los médicos a pronosticar su muerte en el vientre materno o inmediatamente después del nacimiento. Una previsión nefasta por la que – según los médicos- era mejor abortar: “una alternativa que – cuenta Sabrina- rechazamos inmediatamente queriendo dar una senda natural a su muerte. Pero Dios hizo mucho más: nos permitió conocer a un santo médico, el profesor Giuseppe Noia del hospital Gemelli, que le hizo un tratamiento directamente dentro el útero y del cual nadie nos había hablado. Así nuestro hijo lo logró y, a pesar de una insuficiencia renal, un sólo riñón que funciona mal, nueve operaciones y meses de hospitalización e infecciones, hoy por hoy, tiene once años y llena nuestra casa de luz y de alegría, recordándonos que sólo Dios es el Señor de la vida”.
Un acontecimiento increíble que ha animado a Carlo y Sabrina - con la importante ayuda del profesor Noia (especialista en ginecología, obstetricia y cirugía fetal invasiva) y otros de valientes médicos- a fundar, primero, la asociación “El roble milenario”, constituida por una red nacional de familias que han hecho una elección idéntica a la de la familia Paluzzi; y después, en 2006, el Centro de asistencia para el feto terminal: el primer y único hospicio perinatal italiano (en Estados Unidos son más de 190) que ofrece acogida a las parejas con fetos gravemente enfermos que se dirigen a los centros especializados como el Policlínico “Agostino Gemelli” de Roma. El Centro, situado en Fiano Romano, representa para muchos un importante punto de apoyo, tanto a nivel económico (más de 1000 familias residentes fuera de la provincia de Lacio se han dirigido a la asociación en los últimos nueve años donde han recibido gratuitamente comida y alojamiento), como a nivel espiritual (durante la terapia todas las parejas son acompañadas en un recorrido hecho de amor, paz y oración.
