Con “profundo pesar” la Comisión del episcopado de la Comunidad europea (Comece) tomo nota, por escrito, de la decisión negativa de la Comisión europea con respecto a la petición de iniciativa popular “One on Us” (Uno de nosotros) que solicitaba la interrupción de investigaciones con embriones humanos.
“Los miembros del Comece –se lee en el comunicado- se lamentan por la decisión de la Comisión al no actuar en base a la petición de esta iniciativa popular y de las convicciones de nuestra Comisión de obispos, fundada sobre argumentos éticos, jurídicos, científicos y economicos, que tal financiación no tiene razón de ser”. Según los obispos, la decisión de Bruselas se limita a describir el actual marco jurídico definido en base a un proceso democrático parlamentario, pero en esta ven el riesgo de un debilitamiento del instrumento específico de la iniciativa popular de los ciudadanos, entre otros prevista expresamente por el Tratado de Lisboa con finalidad de colmar la divergencia entre legisladores y ciudadanos que estos últimos representan.
Solicitando una segunda audiencia junto al Grupo europeo de Etica (Ege), el comunicado de los obispos concluye con la esperanza de que tal decisión no desanime a los cristianos europeos a continuar a promover propuestas políticas ya sea a nivel europeo como a nivel de estados individuales.
