Hace unos días , me di cuenta de que mi hijo, de 20 años, había puesto mi foto en su perfil de Facebook. Ha sido una gran alegría para mí, un pequeño y a la vez gran símbolo del hecho de haber logrado dar un sentido profundo a mi vida, hasta hoy, más allá de la profesión, más allá de mil encuentros, y de la elección cotidiana para ser una persona buena. A mi vez, he querido compartir esta alegría en Facebook. Un amigo me ha preguntado por qué uso esta red social para hablar de sentimientos, de emociones, de valores como estos. Y le he contestado que hoy Internet es el lugar donde se puede ser uno mismo, donde se puede ser más auténtico que antes, y por lo tanto donde comunicar las propias verdades sin malentendidos pudores intelectuales.
Cito estas consideraciones personales para explicar con sencillez las razones profundas de nuestra cercanía a la Iglesia en su nueva presencia en Internet. Cuando nosotros, de 3 Italia, nos hemos reunido con monseñor Paglia y con todo el equipo del Pontificio Consejo para la Familia que, en el Vaticano, estaba trabajando en el proyecto del nuevo portal, nos ha parecido natural poner a disposición de ellos, ante todo, nuestro entusiasmo y, a continuación, la profesionalidad y los recursos económicos para ser socios de una iniciativa que marca la diferencia. Creemos que es esencial, para una gran empresa como la nuestra, con casi diez millones de clientes, profundamente arraigada en la sociedad y en la comunicación – de la cual son vehículo nuestros servicios – , tener siempre en el centro de su actuación algunos grandes valores de referencia. Entre ellos está, sin duda, la importancia central de la familia. Precisamente por eso, la elección del Papa Benedicto XVI de abrir la Iglesia al mundo de la Red, la decisión – altamente simbólica – de utilizar personalmente Twitter, de dejarse fotografiar mientras envía el primer tweet (que no por casualidad ha batido todas las marcas de seguidores en pocas horas) y, en general, la intuición de la posibilidad y la necesidad de enraizar la comunidad de los fieles también dentro de la Red, podrían parecer gestos obvios, pero son en realidad pasos de gigante hacia un nuevo diálogo de la Iglesia y de todos los católicos entre ellos y sobre todo con aquellos que no son católicos.
Con respecto a este elección, el tema de la familia tendrá un papel central. Y en el proponerlo, en el compartir el debate, el análisis, la meditación, el nuevo portal en el cual 3 Italia ha colaborado estará.... en el centro del centro. El portal nace, me ha parecido, con un una inteligente premisa y una humilde ambición: ser desde el inicio encrucijada de vida verdadera y verdadera comunidad, sin pretender convertirse en un día en el Facebook de las familias católicas. Nace rico en contenidos – dividido en macroáreas y dedicado a muchos temas de gran interés –, naturalmente internacional y políglota (los textos están en cuatro idiomas: italiano, español, inglés y francés), pero sobre todo nace abierto a las aportaciones de todos aquellos que quieran ofrecerlo a la “red social” que se ha ido ya formando alrededor de las versiones precedentes de este mismo portal.
No es necesario desear éxito a una iniciativa que nace social y que sabe andar adelante sola: es más interesante repetir que 3 Italia está y estará junto al Pontificio Consejo para la Familia en esta obra suya de compenetración con la Red. Lo que ha nacido no es sólo un portal de Internet, sino un modo nuevo de ser cristiano. Todos juntos pero, desde siempre y por siempre, con la familia en el centro.
Vincenzo Novari
Administrador Delegado D 3Italia
