El día después de que por primera vez en Perú se apruebe el aborto terapéutico, monseñor José Antonio Eguren, responsable del Comité de familias, jóvenes, adolescentes y niños de la Conferencia episcopal peruana, en una carta pública al presidente Ollanta Humala ha declarado un “total rechazo” por su parte y por parte de “la gran mayoría de los peruanos que aman profundamente la vida”.
En Perú el aborto terapéutico es legal desde 1924 pero, hasta hoy, para su aplicación en los hospitales faltaba un protocolo medico que ha sido presentado en los últimos días. Monseñor José Antonio Eguren lo ha lamentado “enormemente” y ha pedido a Humala “con humildad y caridad cristiana, y también bajo la protección de la Constitución del Perú, que en el artículo 2, coma 1, protege la vida de los niños no nacidos, de abolir el protocolo del aborto”.
“Sabemos por experiencia de normas similares en otras naciones que este tipo de protocolo no produce ningún cambio social que conceda ventajas a las mujeres. Es solamente una excusa para asesinar a personas inocentes y así encubrir todos los abortos”. El presidente de la comisión Familia, niños y defensa de la vida CEP subrayó que los únicos beneficiados por este protocolo “serán aquellos que puedan sacar provecho de la práctica del aborto en mujeres en dificultad a causa de un embarazo inesperado”. “Señor presidente-escribe monseñor Eguren- el susodicho aborto ‘terapéutico’ no mejora nada, más bien mata una vida inocente, como cualquier otro aborto directo es intrínsecamente y gravemente inmoral, no está justificado en ningún caso”.