El prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, el cardenal Gerhard Ludwig Müller, plasmó por escrito unas reflexiones en las páginas del “Osservatore Romano” del 23 de octubre del 2013 sobre la “Indisolubilidad del matrimonio y el debate sobre los divorciados casados de nuevo y los sacramentos “. Partiendo de un análisis del matrimonio en las Santas Escrituras y en el testimonio de la tradición de la Iglesia y del Magisterio en estos últimos tiempos, el cardenal Müller da unas cuantas precisiones teológico-morales para así poder abordar todo lo que concierne el acompañamiento pastoral de los divorciados casados de nuevo.
“Aunque –escribe el prefecto- debido a la naturaleza íntima de los sacramentos, no sea posible el acceso a ellos por parte de los divorciados casados de nuevo, ha de decirse en favor de estos fieles que se deben multiplicar aún más los esfuerzos pastorales para con ellos, así podrán permanecer en dependencia de las normas que derivan de la Revelación y de la doctrina de la Iglesia. El recorrido indicado por parte de la Iglesia para las personas directamente interesadas no es sencillo, pero estas han de saber y sentir que la Iglesia acompaña su camino como una comunidad de sanación y de salvación. Con su empeño en comprender la práctica eclesial y sin acercarse a la comunión, los miembros de la pareja llegan a ser, a su manera, testigos de la indisolubilidad del matrimonio”.
Para el prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe “el acompañamiento de los divorciados casados de nuevo no debería ciertamente reducirse a la cuestión de la recepción eucarística. Se trata de una pastoral global que intenta satisfacer lo más posible las exigencias de cada situación. Además es importante recordar, a propósito de los sacramentos, que aparte de la comunión sacramental existen otros modos de entrar en comunión con Dios. La unión con Dios se puede alcanzar cuando uno se vuelve hacia Él con la fe, la esperanza y la caridad, en el arrepentimiento y en la oración. Dios – concluye el prefecto – puede dar su cercanía y su salvación a las personas por medio de diferentes caminos, incluso si estas personas se encuentran viviendo situaciones contradictorias”.