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Comunión para los casados por segunda vez   versione testuale
Intervención del arzobispo de Toronto, el cardenal Collins, en la entrevista en el blog americano “The Word on Fire”


Después de Müller, Brandmüller, Caffarra y De Paolis, también el cardenal canadiense Thomas Collins, arzobispo de Toronto, sale al terreno contra las tesis a favor de la comunión para los divorciados casados de nuevo. La noticia nos llega por Sandro Magister en su blog. El purpurado da su opinión en una amplia entrevista con Brandon Vogt a través del blog católico americano “The Word on Fire”, publicada el 25 de junio, en la víspera de la difusión del Instrumentum laboris, el texto base del próximo sínodo sobre la familia.
 
En la entrevista, el arzobispo afirma que: “Los católicos divorciados y casados de nuevo no pueden recibir la santa comunión desde el momento en el que, sea cual sea su disposición personal o las razones de su situación, sólo conocidas por Dios, ellos persisten en una conducta de vida que está objetivamente en contraste con el muy claro mandamiento de Jesús. Este es el tema. El tema no es que hayan cometido un pecado; la misericordia de Dios es abundante para todos los pecadores. En materia de divorcio y de segundo matrimonio el problema está en la decisión, por las razones más variopintas, de persistir en una situación durable de alejamiento del mandamiento de Jesús. Si no es justo que reciban los sacramentos, hemos de encontrar mejores caminos para ayudar a las personas que se encuentran en esta situación, para dispensarles un cuidado lleno de afecto
 
Después el purpurado establece un paralelo entre las expectativas de cambios que precedieron a la “Humanae vitae” de Pablo VI y las que preceden el próximo sínodo-al juicio del purpurado expectativas sin fundamento-.
 
“En los años que precedieron la encíclica del papa Pablo VI que reafirmaba que las enseñanzas cristianas no pueden aceptar la anti concepción por no ser conforme a la voluntad de Dios, se difundió la expectativa de que la Iglesia cambiase sus enseñanzas. […] Pero las enseñanzas cristianas están fundadas sobre la ley natural inscrita en nuestros corazones por Dios, y especialmente en la palabra revelada por Dios. […] Nosotros no podemos modelar la voluntad de Dios según lo que nos parece actualmente mejor. Es por este motivo, que cuando Pablo VI no cambió lo que no estaba en su poder de cambiar, sino que reafirmo la fe cristiana, mucha, muchísima gente se molestó, y simplemente decidió ignorar tales enseñanzas. Esta es nuestra situación actual. Espero sinceramente que no tengamos que repetir la misma experiencia, ya que se siguen difundiendo expectativas infundadas acerca de un cambio por parte de la Iglesia en lo que concierne el explícito mandamiento de Jesús sobre el matrimonio”.
 
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