Por ejemplo Alicia, Andrea, Rebeca y Mateo, que viven en Marzabotto, escribían así a su abuela: “En este día de fiesta querríamos felicitar a nuestra abuela Leontina. Muy especial y fuerte, nos escucha, protege y defiende siempre…es nuestro apoyo, nuestra guía. ¡Felicidades abuela!”. También Vittorio y María Antonietta, de San Sostene (CZ) escribieron con entusiasmo una nota de amor para sus familiares ancianos: “Querríamos felicitar a nuestros abuelos Angela y Giuseppe, Antonietta y Vittorio, y a nuestra bisabuela Elena. Queremos darles las gracias por todo lo que hacen por nosotros, por todo lo que nos enseñan y también por las veces que nos dicen no. Su “no” es diferente al de papá y mamá. Su “no” está lleno de amor e incluso la lasaña de mi abuela no es igual a la que hace mamá, porque mi abuela le añade un ingrediente secreto: el amor que nos tiene. ¡Gracias Jesús por haber creado los abuelos, ha sido una buena idea! ¡Nunca te equivocas!”.

Los mensajes afectuosos dirigidos a los abuelos no han llegado solamente desde Italia sino desde todo el mundo. Desde Argentina (diócesis de Gualeguaychú) Andrea escribía: “gracias, queridos abuelos, por ser un canto a la vida”, además un nieto anónimo, desde los Estados Unidos, quiso rememorar todas las fatigas de su abuela de 95 años en el transcurso de una larga existencia: “Ella forma parte de una gran generación que ha vivido dos guerras mundiales, la Gran Depresión, y la era espacial. Se ha criado alimentándose con porciones de comida racionada y sin tener el agua corriente dentro de casa. Pasó su juventud en una granja y por ello tuvo que renunciar a una educación sin poder ir a la escuela superior para poder así ayudar a su familia trabajando en la fábrica”.

También hubo felicitaciones para los abuelos que celebraron el Encuentro con el Papa Francisco desde el Paraíso. Marino, por ejemplo- recordado por David, Sara, Flavia y Tommy – fue uno de ellos: “Querido abuelo Marino, ¡estás siempre en nuestro corazón! ¡Te echamos de menos pero sabemos que hoy estás de fiesta en el Paraíso junto con los ángeles y que nos proteges desde allí arriba!”. También para los que ya no tienen abuelos, la jornada del 28 de septiembre fue también una ocasión para desear alegría y bienestar a los abuelos de los demás. Como por ejemplo, Caterina que escribió estas palabras: “Quisiera dar mi más sincera felicitación a todos los abuelos del mundo, ¡pues todos se lo merecen! Yo, desgraciadamente hace mucho tiempo que ya no tengo abuelos y la verdad es que me pongo nostálgica al pensar en ellos… ¡pero rezo para que ellos disfruten ya de la luz de Dios! Os doy un fuerte abrazo: incluso si no puedo hacerlo con mi cuerpo os puedo asegurar que con el corazón, y sobre todo con el espíritu, este abrazo es fortísimo! Y os quiero decir que…: “¡¡¡Os quiero mucho!!! Que el Señor cuide de vosotros”.