Pablo VI será proclamado Beato el domingo 19 de octubre de 2014 en la Plaza de San Pedro.

 

A su intercesión se debe la inexplicable curación de un niño aún no nacido que podía morir o sufrir de graves malformaciones. Un milagro que recuerda el gran compromiso del Papa Pablo VI por la tutela de la vida, contra el aborto y contra la contracepción expresado en particular en la Encíclica “Humanae vitae”.

 

Giovanni Battista Montini nació en Concesio (Italia), el 26 de septiembre de 1897 y murió en Castel Gandolfo el 6 de agosto de 1978, solemnidad de la Transfiguración del Señor. Fue elegido Papa el 26 de junio de 1963. El Postulador de la Causa es el padre redentorista napolitano Antonio Marrazzo, quien luego de la promulgación del Decreto por parte del Papa Francisco – en la tarde del 9 de mayo de 2014- dijo de Pablo VI: “Nunca me arrepentiré de lo que he hecho, de lo que he escrito”, porque la Encíclica ha sido leída de manera limitada. Quería ser la Encíclica sobre el amor conyugal, por lo tanto, el discurso era mucho más vasto, solo que posteriormente algunos hicieron una lectura un tanto unilateral. Yo pienso que la idea de Montini era, por un lado, la de conservar la continuidad de lo que es el patrimonio doctrinal de la iglesia; por el otro, tratar de acercarse a lo que es el valor de la realidad conyugal de la familia, a las urgencias que se presentan en el mundo moderno. Obviamente, frente a ciertas cosas siempre hay quien está de acuerdo y quien no está de acuerdo. Pablo VI estaba apenado, sobre todo, por la violencia de algunas de las reacciones que surgieron, aunque no lo perturbaron mucho; él sabía que estaba siguiendo la voluntad de Dios en ese momento histórico y lo hizo”.

 

Pablo VI, el Papa del Concilio, concluiría el Vaticano II, el 8 de diciembre de 1965 con una expresión de inmensa simpatía hacia las modernas sociedades de nuestro tiempo.