“La Iglesia lleva sobre sus hombros la responsabilidad de demostrar al mundo que el vínculo estable y generativo del hombre y de la mujer edifica realmente comunidades humanas a la altura de lo humano, y hace circular dimensiones afectivas y responsabilidades vinculantes que no se podrían dar de otra manera”. Con estas palabras monseñor Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, se expresaba en la ceremonia de presentación del XVI Congreso organizado por la Asociación Católica de los Propagandistas y de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, que tendrá lugar en Madrid el 14, 15 y 16 de noviembre y que tendrá como tema “La familia siempre: retos y esperanzas”.
“El punto central que hay que afrontar – decía – es el modo en el que la trasmisión de la vida decide del sentimiento de la vida: es decir, el acceso de las generaciones al respeto por el misterio de amor desde su origen hasta su destino. La respuesta nos llega gracias a una nueva primavera de las familias cristianas, ya sea de las que gozan de buena salud como de aquellas que están heridas, ambas ayudadas y capaces de salir gozosamente de todo confinamiento en si mismas, para ponerse, por así decir, “en estado de misión”, dicho de otro modo, en un estado en el que estas familias puedan hacer participar a los demás de sus bienes, bajo el signo de la fe. Los lazos creados entre las familias y la comunidad eclesial – todavía muy frágiles como he dicho anteriormente –son determinantes. En la fragmentación de lo humano a la que hoy asistimos – concluye monseñor Paglia – podemos presenciar un nuevo impulso de la misión eclesial que nace a partir de aquí”.