«No podemos dormir tranquilos mientras haya niños que mueren de hambre y ancianos sin asistencia médica».
El tweet enviado por el Papa Francisco el 17 de agosto y que nuevamente enciende los reflectores sobre el cuidado de los más débiles, mientras critica radicalmente la "cultura del descarte": los niños pobres, los niños no nacidos y los ancianos como los discapacitados, personas que se convierten en invisibles a los ojos de una sociedad que tiene en cuenta solo a los que producen. Necesitamos cuidar a los más débiles, a los pobres porque ellos son «la carne sufriente de Cristo».
Los niños y los ancianos: El papa Francisco está de regreso, y con este tweet, habla de un binomio muy querido por él. Sobre la importancia que el Papa Francisco atribuye a la relación entre las diversas generaciones; Alessandro Gisotti de Radio Vaticana ha entrevistado a Mons. Vincenzo Paglia, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia.
R. Yo creo que el Papa con una gran intuición pastoral continua poniendo en estrecha relación a los niños y a los ancianos para hablar de la familia y de la vida en general, precisamente porque entre estos dos extremos se mueve el ciclo de la vida de la sociedad, como también de la Iglesia. En este sentido, podremos decir que no es negociable eliminar la niñez o eliminar la vida de los ancianos, no dejando nacer a los pequeños o con la eutanasia eliminando a los ancianos.
D. El Papa critica radicalmente esta cultura del descarte, por la cual se excluye a quien de alguna manera no es productivo - niños y ancianos - .
R. De hecho, en este sentido, uno podrá estigmatizar esta afirmación superficialmente como un buenismo, pero en realidad el Papa toca uno de las piedras angulares de la ignorancia contemporánea, de aquella cultura de la indiferencia y del descarte que está haciendo difícil la vida de todos, de todos. Pensemos por ejemplo en el discurso que ha hecho en Lampedusa. Es por eso que una de las tareas fundamentales de la Iglesia y de los cristianos al inicio de este nuevo milenio es - si me lo permiten - recomponer el icono de la familia, que comprende a los niños, los jóvenes, los adultos, los ancianos, los sanos y los enfermos. En este sentido, una vida que excluye a los pequeños y a los ancianos será como aquella de un árbol que excluye las raíces, los frutos y las hojas: sería como un tronco.
D. Hay también otro aspecto que afecta. En un momento en el que incluso con cansancio, sobre todo en occidente, hablamos de choque intergeneracional. el Papa nos subraya en cambio que no puede haber ningún futuro sin un pacto generacional...
R. Exacto. Esto, según yo, es otro punto importante. Con este reclamo el Papa denuncia aquella zanja que se está creando entre las generaciones. Y como si todas las edades fuesen abandonadas a sí mismas, sin el vínculo que se puede decir con precisión intergeneracional, que es la historia, la cultura, y la vida de un pueblo. de hecho corremos el riesgo de una sociedad tiza: Sálvese quien pueda. Pero una cultura que enfatiza el yo y que condena el nosotros es terrible, porque crea no solo indiferencia, sino también crueldad. Esto porque el vínculo entre las generaciones es la condición para el desarrollo, para el encuentro, para una vida que sea más pacífica y más serena. Este Tweet en realidad es una ventana abierta de par en par sobre la sociedad, que nos pide mirar cuidadosamente todo el ciclo de la vida, donde todos somos llamados a vivir en la serenidad, en la paz y también en el esfuerzo.