“Creo que las producciones caracterizadas por una sólida estructura narrativa que pone en escena a personajes y no esteriotipos, y que con una significativa forma simbólica alimenta la fantasía y no decodifica de inmediato cada elemento, puedan conjugar eficazmente la audiencia y la educación”. He aquí la ruta indicado por Monseñor Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, a escenógrafos y creativos para realizar dibujos animados y series de televisión que formen de manera completa a niños y adolescentes. El presidente -invitado a Venecia para la XVIII Edición del Cartoons on de bay, el festival de la animación audiovisual y el cross-media promovido por la RAI (Radio Televisión Italiana) – en su mensaje enviado con motivo del evento ha querido además alertar sobre los tres mayores riesgos que corre actualmente la representación de la familia en los medios de comunicación: “El primero es una exagerada concentración en los aspectos patológicos, como si sólo el fracaso o lo negativo tuviera la capacidad de llamar la atención y a la audiencia; el segundo es una adolescentización de los contenidos, tanto en aquellos productos que van dirigidos a los adultos, y por lo tanto tristemente regresivos e inmaduros, como en aquellas producciones infantiles, donde con frecuencia se anticipan temas y problemáticas objetivamente incongruentes con los destinatarios; por último, el tercero es la transposición de algunos temas de debate de adultos en los productos dirigidos a los niños”. Monseñor Paglia concluye su ponencia recordando que el antídoto para estos peligros es mantener constantemente “una mirada positiva sobre el mundo, capaz de formar habilidades en un niño que crece para que sepa permanecer en la realidad y para que pueda también asumir progresivamente su complejidad”