En el encuentro promovido en Roma por el Pontificio Consejo para la Familia con el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos y el Departamento para las Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, el miércoles 13 de noviembre de 2013, sobre el tema: "Ortodoxos y católicos juntos por la familia", el invitado de honor fue Su Eminencia Hilarión Alfeev, Metropolita de Volokolamsk, Presidente del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, figura de primer nivel en la Iglesia ortodoxa y en la cultura rusa -entre otras cosas, excelente compositor de música saca-. El Papa Francisco ha recibido al Metropolita Hilarión el día anterior, la mañana del martes 12 de noviembre. Emanuela Bambara lo ha entrevistado para el Pontificio Consejo para la Familia.

 

 

 

«Hemos hablado de la situación de los cristianos en Medio Oriente, donde son perseguidos, asesinados o marginados, y de la necesidad de trabajar juntos, católicos y ortodoxos, para defender los valores comunes de nuestra fe. Tenemos la misma posición en muchas cuestiones éticas y sociales y en la pastoral, sobre todo en temas de vida, familia y matrimonio, y compartimos un patrimonio cristiano común. Debemos discutir sobre las diferencias teológicas y trabajar juntos en lo que estamos de acuerdo. Las relaciones entre el Patriarcado de Moscú y la Santa Sede son buenas y se desarrollan en buena dirección. Estamos muy contentos de la colaboración con el Pontificio Consejo para la Familia e otro ámbito en el que debemos colaborar es en defensa de los cristianos perseguidos y discriminados. La familia es la cuestión urgente para las Iglesias cristianas».

 

 

 

«Debemos reunirnos y trabajar juntos, implicarnos en la pastoral, enseñar a los nuestros y recordar a los creyentes cuál es la concepción bíblica de la familia y cómo ésta se distingue de la concepción mundana, recordar cómo los valores espirituales son absolutos y no relativos y están contenidos en las Sagradas Escrituras, no pueden ser cambiados y distorsionados sin destruir la misma identidad del ser humano. Y todo esto debemos decirlo y testimoniarlo por doquier, juntos, y con cualquier instrumentos, incluidos -yo diría que principalmente- con los medios de comunicación».

 

 

 

«La música es un lenguaje universal, accesible a todos, a todas las culturas, en todas las edades. Es la lengua común, que permite transmitir y comprender ideas y valores que no pueden ser transmitidos y comprendidos con la palabra, y por lo tanto es un potente instrumento pastoral, sobre todo hoy, que refuerza la oración y toca el corazón del hombre de una manera que no es posible alcanzar por otros medios. Hoy es un instrumento de pastoral precioso. Por lo que a mí respecta, hay un vínculo directo entre mi fe y mi vocación y mi obra musical. Compongo música sacra, no sólo sobre textos ortodoxos, sino también sobre textos de la tradición católica, en latín, como el "Stabat Mater"».

 

 

 

«Lo mismo que para la Iglesia católica, para nosotros el matrimonio es uno, entre un hombre y una mujer, para toda la vida. Hay algunas circunstancias que acaban con el matrimonio. La causa natural más obvia es la muerte de uno de los cónyuges, pero hay otras causas que también lo acaban: la traición, por ejemplo, que el cónyuge traicionado no quiere perdonar; la violencia doméstica, sobre la mujer o los hijos; situaciones en las que la convivencia supone un peligro para el cónyuge, como el alcoholismo. En estos casos, para las víctimas, la Iglesia ortodoxa prevé la posibilidad de un permiso para contraer nuevas nupcias, según una praxis económica, para restablecer una condición de equilibrio y justicia».

 

 

 

«Habrá una reunión, en una zona neutral, no en el Vaticano ni en Moscú, pero no ha sido establecida una fecha. Es necesario prepararlo con cuidado, no desde el punto de vista del protocolo, sino de los contenidos. La dimisión de Benedicto XVI nos dejó a todos sobrecogidos, en Rusia, porque teníamos una imagen muy buena del Papa Ratzinger; ahora estamos muy atentos a los primeros pasos del Papa Francisco. Él ha dicho muchas veces ser ante todo Obispo de Roma, ha subrayado y pedido la colegialidad y la sinodalidad, se dedica a las cuestiones sociales, está próximo a todo el pueblo de Dios, con una especial atención a los pobres, y estamos muy contentos de lo que dice con respecto a la Iglesia ortodoxa. Podemos colaborar en muchas cosas».