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Matrimonios mixtos/3
Entrevista al Secretario del Pontificio Consejo para la Familia, mons. Jean Laffitte

”Cuál es la doctrina católica sobre los matrimonios mixtos e interconfesionales?
 
«La expresión 'matrimonio mixto' se aplica sólo al matrimonio entre cristianos de distintas confesiones -católicos con ortodoxos o protestantes-, es decir, entre bautizados; el matrimonio entre personas de diversa fe se llama "matrimonio con disparidad de culto". Para los matrimonios mixtos es necesaria una dispensa eclesiástica. Son frecuentes, en muchos países, incluso europeos. En Alemania, por ejemplo, las familias formadas por católicos y luteranos son la mitad de la población. Estas uniones no presentan especiales dificultades, por ambos siguen a Cristo. Sin embargo, no es indiferente amar a alguien que no comparte la misma confesión religiosa; puede tener consecuencias en la participación activa en la vida de la fe, y, por lo tanto, el cristiano que quiera participar activamente debe plantearse si el cónyuge no pondrá obstáculos a ello. La fe católica une el matrimonio a un misterio más grande, de unión entre Cristo esposo e Iglesia esposa. Para los católicos, el matrimonio es un sacramento, el séptimo, por lo que no es sólo un signo de la voluntad de unión entre los cónyuges, sino el signo eficaz de la unión de Cristo con la Iglesia y del bautizado con Cristo. El matrimonio, para la Iglesia católica, no es sólo la unión entre un hombre y una mujer, sino un misterio eclesial. Cuando se desposa a alguien de fe diversa, es necesario considerar antes las siguientes cuestiones: para la práctica del culto, cuáles serán los modos familiares de vivir la fe cristiana, por ejemplo, a través de la oración común; la confesión en la que serán bautizados y educados los niños, lo cual es muy importante y no puede dejar de ser aclarado antes de la boda. Para tener la autorización para el matrimonio por la autoridad eclesiástica, es necesario el compromiso de los cónyuges en bautizar y educar a sus hijos como católicos. Existe, además, otro problema, ligado a la concepción del matrimonio como sacramento sólo para los católicos y no para los protestantes. Estos últimos no creen en la indisolubilidad del matrimonio, precisamente porque no creen que sea un misterio de unión de los esposos con Cristo, y por lo tanto admiten el divorcio y las segundas bodas. Para los católicos, en cambio, en el matrimonio Cristo realiza una alianza con los esposos que es de naturaleza irrevocable y que dura hasta la muerte de uno de los cónyuges. Son cuestiones importnates, que requieren una explicación clara».
 
”Cuál es la situación cuando los esposos tienen disparidad de culto?
 
«Hablamos aquí de las uniones entre un cónyuge cristiano y un no cristiano. Es imposible analizar con detalle los problemas específicos relativos a la uniones, por ejemplo, con un hinduista, un budista, un sintoísta. Son muchísimos y, con frecuencia, insuperables, explicados en estudios elaborados por las Conferencias Episcopales de países en los que se da el fenómeno, o por instituciones académicas (como el Instituto Pontificio de estudios sobre Matrimonio y Familia "Juan Pablo II). Están muy difundidos en Europa, África, Medio Oriente y en algunos países de Asia, como Indonesia, Malasia e India, los matrimonios entre creyentes de religiones monoteístas, sobre todo entre católicos y musulmanes. Se necesita una dispensa expresa de impedimento para que el matrimonio sea válido. Para que sea concedida, debe existir un acuerdo entre las partes sobre los fienes y propiedades esenciales del matrimonio. La parte católica debe hacer saber a la otra su compromiso en mantener y vivir la propia fe, bautizar a los hijos y educarlos en la Iglesia. Por lo tanto, se ve desde el principio la dificultad de las uniones islamo-cristianas. La tradición islámica exige que los hijos de los musulmanes sean educados en la religión del padre musulmán. En algunos países, en los que rige la ley islámica, el matrimonio entre cristianos y musulmanes está prohibido. Hay experiencias positivas de matrimonios islamo-cristianos en algunos países en los que se ha dado una larga cohabitación de las dos religiones, como Líbano. Sin embargo, los problemas surgen con el tiempo, después de años de vida conyugal, como conflictos basados en la educación de los hijos, el concepto de mujer o simplemente la diferencia de fervor religioso de los dos cónyuges hacia la propia fe. He conocido familias con disparidad de culto aparentemente serenas, en las cuales, sin embargo, la parte practicante era musulmana. El riesgo para los católicos pues estar en que prevalezca la indiferencia religiosa, en que el cónyuge cristiano se contente con respetar al musulmán, renunciando a dar testimonio visible de su propia fe en Jesucristo».
 
Los obispos de Oriente Medio han elaborado un documento común para la pastoral de los matrimonios mixtos y con disparidad de culto. ”Una novedad que concierne a un fenómeno social al alza?
 
«El documento 'Los matrimonios mixtos en Líbano. Realidades y desafíos' presenta una síntesis interesante, no sólo desde la perspectiva católica, con atención a la condición concreta de las parejas de diversas confesiones en la presentación analítica de una cuidadosa investigación sociológica y pastoral, referida a Líbano y a otros países de Oriente Medio. En esta realidad, el juciio es positivo cuando se dan las condiciones de una vida familiar respetuosa de los valores y fines del matrimonio y de una fe común en Dios que ayud a los esposos a tejer juntos una auténtica comunión de vida y amor».
 
 
 
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