«El hombre es un animal familiar: sólo en la familia construye su identidad psicológica, lingüística, moral, cultural, de relaciones sociales. Para llevar a cabo esta su misión constitutiva, de formación de las identidades personales en el contexto de las generaciones, la familia necesita ser reconocida en su identidad». Así lo dice el Presidente del Pontificio Consejo para la familia, mons. Vincenzo Paglia, en el prefacio del libro de Francesco Belletti y Gabriella Ottonelli “I diritti della famiglia. Solo sulla Carta?” (ediciones Paulinas, 2013, 12,50 euros), a los treinta años de la publicación de la carta de los Derechos de la Familia, en octubre de 1983, fecha en la que los autores festejaban su primer aniversario de casados.

 

Como introducción al conjunto y de comentarios, sabios y equilibrados, a los capítulos de la Carta, en la perspectiva de la vida real, cotidiana, de la familia, a la luz de la fe cristiana y de la doctrina social de la Iglesia, los esposos Belletti afirman: «Los derechos de la familia están hoy seriamente amenazados de muchas maneras, en todo el planeta. Viejas y nuevas fragilidades internas se combinan con ataques que proceden del exterior: pobreza, miseria, movimientos migratorios, precariedad laboral, persecuciones religiosas, que hacen la vida familia especialmente difícil». En este contexto, de crisis, de individualismo exasperado y de dominio de la incertidumbre en cada ámbito de la existencia, «la promesa del 'para siempre' aparece casi imposible y la huida de los padres de sus responsabilidades parentales son cada vez más frecuentes. La misma diferencia sexual, clave de la familia, está en discusión. Pero sobre todo, las familias se sienten solas, abandonadas, en un mundo que quiere minusvalorarla».

En la oscuridad de «un escenario a veces desolador, en el que la claridad de los enunciados de la Carta de 1983 choca con la inercia culpable de los poderes públicos», vale la pena en este aniversario, volver a poner los focos sobre la Carta misma, que «ha construido un mapa analítico de los derechos de la familia que todavía hoy conserva una impresionante actualidad».