"La vida familiar a menudo es alterada por realidades graves como la guerra, la pobreza y la migración, que desgraciadamente se dan muy a menudo en todo el mundo. Sin embargo, existen fuertes signos de esperanza renovada gracias a los testimonios de aquellos que creen en la importancia del matrimonio y de la vida familiar para el bien de cada persona y de la sociedad en su conjunto". Son estas las palabras que el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, escribió en un mensaje dirigido a la comunidad hindú en ocasión de la fiesta de Diwali, celebrada el 30 de octubre. "Con una conciencia aguda de los desafíos globales ante los que nos enfrentamos todos los días, deseamos – escribe el cardenal - ofrecer una reflexión sobre cómo nosotros, cristianos e hindúes unidos, podemos fomentar la esperanza en las familias y humanizar cada vez más nuestra sociedad. Sabemos que la familia – se lee más adelante - es la "primera escuela de humanidad" y que los padres son los “primeros y principales'' educadores de sus hijos. Es en la familia donde los hijos, guiados por el noble ejemplo de los padres y de los ancianos, son formados en los valores que les ayudarán a desarrollarse como seres humanos buenos y responsables. Sin embargo, con demasiada frecuencia, - observa – las circunstancias familiares limitan el optimismo y el idealismo de nuestra juventud. Por lo tanto, es muy importante, que los padres, junto con la comunidad en general, inculquen a sus hijos el sentido de la esperanza y la búsqueda del bien, guiándolos hacia un futuro mejor, incluso en la adversidad". Por último, el cardenal exhortó a "apoyar el matrimonio y la vida familiar, guiando a las familias para que sean escuelas de esperanza".