Homosexualidad, incesto y abusos sexuales a menores son fenómenos ante los cuales la sociedad camerunesa no debe permanecer inmune para ello hay que estar muy atentos y reaccionar. Esta era la monición de monseñor Samuel Kleda, arzobispo de Duala, actualmente a la cabeza de la Conferencia episcopal de Camerún, en una entrevista concedida a www.leffortcamerounais.info, en ella condena firmemente toda forma de desviación y exhorta a los cristianos a estar preparados para defender la dignidad de la persona humana, del matrimonio y de la familia. Mientras en todo el mundo se concede una gran importancia a la promoción del llamado “matrimonio homosexual”, para monseñor Kleda “no se puede aceptar tal práctica”. “Como pastor-nos explica- la homosexualidad es una desviación grave cuyo objetivo es el de destruir a la familia. En África, según antiguas tradiciones, el matrimonio gay no existe, es decir, la unión entre dos personas del mismo sexo. En el relato de la creación, Dios crea al hombre y a la mujer para que vivan juntos y formen una familia. Nosotros los creyentes debemos respetar el matrimonio como el designio de Dios”. En África, prosigue el arzobispo de Duala, “el matrimonio gay no tiene sentido, es una necedad. Debemos rechazarlo y hacer todo lo posible para garantizar que esta plaga no eche sus raíces aquí”.