“La familia es fundamental para el matrimonio, para los hijos, para la humanidad y para la Iglesia. La importancia de la familia, uno de los más preciados bienes del género humano, y la responsabilidad de la Iglesia requieren una reflexión profunda y completa para adoptar respuestas pastorales adecuadas. Los peligros a los que están sometidos el matrimonio y la familia hacen que debamos renovar e intensificar nuestro esfuerzo”. Con estas palabras el presidente de la Conferencia episcopal española y arzobispo de Valladolid, monseñor Ricardo Blázquez, se dirigía a los asistentes al Congreso “Católicos y vida pública” hablando sobre el tema “La familia para siempre: desafíos y esperanzas”. Este Congreso fue celebrado, en los pasados días, en Madrid y la organización estuvo a cargo de la Asociación católica de los propagandistas y de la Fundación universitaria San Pablo Ceu. “El tema elegido para el Congreso – decía Mons. Blázquez – no se trata solamente de una asimilación de la doctrina del Papa Benedicto XVI, sino también de una ocasión para reflexionar sobre los problemas por los que atraviesa la familia”. Durante los tres días fueron analizados los problemas actuales de la familia desde el punto de vista social, cultural, político, económico y religioso, favoreciendo un espacio de encuentro y de reflexión sobre el compromiso de los católicos para iluminar cada aspecto de la vida personal y social con la luz del Evangelio. “En este contexto, el Sínodo sobre la familia ha sido providencial”, decía monseñor Blázquez manifestando su agradecimiento por la vocación al matrimonio y a la familia según la doctrina cristiana, pues de hecho, hoy en día, está en marcha una gran tentativa para des- institucionalizar el matrimonio.